martes, 12 de enero de 2016

Río Grande-San Sebastián

Desayunamos en el hostal y cargamos las bicis. Hoy sopla el viento desde el principio. Los primeros kilómetros son un aviso de la jornada. Nada más dejar las casas el viento se pone serio y tras la primera subida nos hace rodar a 11 por hora con bastante frecuencia. El viento del oeste nos empuja de lado y por varias veces tenemos que parar porque nos empuja a la cuneta donde la grava no nos deja avanzar. A mitad de camino mi guardabarros trasero empieza a molestar rozando con la rueda. Después de dos paradas no le doy más oportunidades y corto parte con la navaja. El apaño queda muy profesional (la navaja suiza de mi padre funciona). El camino ha sido así todo el día. Paramos a comer algo en una subestación de gas donde nos dan algo de refugio. Seguimos ya cansados de tanto viento hasta nuestro destino en San Sebastián, el puesto fronterizo con Chile, donde dormiremos. Al llegar coincidimos con Frederick, un joven de 74 años que lleva girando el mundo en bici cuatro años a través de más de cincuenta países. Ahora mismo nos relata sus conocimientos mientras esperamos la cena. Mañana Chile nos depara caminos de tierra y mucho polvo, viento y sol. El siguiente destino habitado está a 126 km (Cerro Sombrero) pero no creemos q tengamos fuerzas suficientes así que cargaremos víveres y acamparemos a mitad de camino. Mi tarjeta argentina no me dará cobertura hasta volver a entrar al país así que no puedo asegurar la fecha del próximo post. Solo prometemos no aburrirnos.

2 comentarios:

  1. Mucho ánimo con esos vientos!!Menos mal que sois cierzomans!!

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  2. Espectacular el relato y las fotos Jose, casi parece que estamos ahí, sufriendo contigo toda esa inmensidad de polvo, viento y frio... (el casi es la clave, jeje)
    Mis respetos al máximo. Un abrazo enorme

    PD: espero que los 36 años de bagaje de cierzo te estén sirviendo de algo

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