Prometo disfrutar
de cada rincón descubierto,
dejarme conquistar
por calles escondidas
Prometo saltarme la ruta
atreverme a perderme,
pedalear hasta que me
duelan las piernas.
Prometo ser un viajero
de ojos abiertos
y de corazón contento.
La vida, como el Maño Cao, sabe mejor cuando se agita, y si se diluye...queda su sabor.
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