miércoles, 3 de febrero de 2016

De Luis a Margleinis

El lunes Luis tiene que trabajar y se lleva nuestros billetes electrónicos para tratar de hacer coincidir nuestros vuelos de regreso.
Por la mañana Santi me ayuda a desarmar la bicicleta y me lleva en el coche de Luis a desayunar a la YPF para poder llamar desde WiFi. Después compramos algo para comer y regresamos a casa.
Santi se hace unos kilómetros de turismo urbano en bicicleta mientras preparo la comida. Después de comer llega Luis y cargamos todo en su camioneta. Nos llevará a El Bolsón donde yo tomaré un colectivo hasta Bariloche. Rocío también vendrá. A Santi lo acerca a un camping pasado El Bolsón. Él pedaleará un par de días por estos paisajes de montaña hasta llegar a Bariloche.
Tomamos algo antes de subir al colectivo y me ayudan a cargar todo el equipaje, bici incluida. No me resulta sencillo despedirme de Luis. Me llevo el aprendizaje de sus actos y su manera de ser.
El viaje es agridulce. Sin pedales que hacer girar ni viento en la cara. Viajo asépticamente, sin sudar ni sentir los olores del paisaje. No sé cuándo subo ni cuándo bajo. Es como ver en televisión un fabuloso escenario montañoso. Disfruto la mitad de lo posible a cambio de sufrir menos...
El señor sentado a mi lado anestesiado por el alcohol trata de establecer una conversación. Cuando le explico parte de lo sucedido atina a decir: che no hay que  tomarse nada demasiado en serio...y le doy la razón.
Al llegar, Margleinis y su hijo Vicente me están esperando. Me ayuda a cargar parte del equipaje en su coche y la bici en un taxi. Margleinis vive en una casa de madera preciosa que su marido Matías carpintero ha construido. Alejada del barullo turístico de San Carlos parece un lugar fabuloso para descansar. El lago Moreno vigila cerca. Margleinis es un encanto y me acoge con mucha gentileza. Prepara una deliciosa cena y no tardo en ir a descansar.
Otro día que agradecer.










3 comentarios:

  1. Hola!
    Quiero darles las gracias por compartir con mi familia las aventuras de su hermoso viaje y tantos aprendizajes. Gracias y que con sus alas redondas sigan volando y descubriendo personas tan especiales!! :) Buen vuelo! Margle y Vicente

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    1. Gracias a ti Margleinis que junto a Vicente hicisteis de nuestra estancia un fabuloso recuerdo. Ha sido un verdadero placer revolotear por vuestras vidas estos días. Les espero en España con un gran abrazo.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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